1ºEn todas las guerras los medios de un bando despersonalizan al enemigo. Lo convierten en poco más que un animal. Las emociones, el cariño, la amistad, la nobleza o la solidaridad pertenecen únicamente a los de "nuestro lado".
Han tenido que pasar 70 años de la II Guerra Mundial para que se hable de qué sentían aquellos solados alemanes y japoneses que fueron derrotados. De su identificación, o no, con el mal que representaban. Hemos crecido viendo películas en las que la humanidad estaba sólo del lado de los aliados. Los enemigos eran, según nuestra versión, una especie de máquinas.
Deberíamos haber progresado, pero la mecánica sigue siendo exactamente la misma. Diríase que los soldados rusos sólo son sombras. No sabemos absolutamente nada de ellos. De cómo entienden esta guerra. Carecen de sentimientos, no tienen familia, son crueles, sin ideales y no les mueve otra cosa que el odio, por lo que es fácil adjudicarles todo tipo de desmanes.
¿No es extraño, por ejemplo, que los miembros de un ejército regular abandonen una población dejando muestras evidentes de las matanzas realizadas a sabiendas de que todo el mundo los contempla? ¿No es muy poco inteligente por parte del alto mando ruso?
No se ha cuestionado. Ni los muertos de Bucha ni ningún otro asunto similar. La versión oficial, y única, nos envuelve a todos. Como si no estuviésemos en el 2022 sino en 1940.
2ºTatiana Kolbayenkova , señora mía. Si Europa existe, esa Europa a la que Ucrania aspira, es gracias a que alemanes e ingleses, españoles y franceses, austriacos e italianos hemos aparcado rencillas propias de los siglos XIX y XX para convivir partiendo desde cero. Creo, con franqueza, que no es una actitud que haya existido entre los países del Este, y menos aún entre los antiguos componentes de la URSS. En cualquier caso, preferir el colonialismo militar y económico de los EEUU a la influencia rusa es un error que pagarán los ucranianos del futuro. Por lo demás, en las hemerotecas están esas imágenes del Euromadián en las qu abundaban los uniformes, las cartucheras y el espíritu belicoso de los hombres con barba y apariencia de cosacos. La Ucrania de hoy nació a costa del sometimiento de sus ciudadanos prorusos. No nos hablen de paz. Y ya que no me queda nada por decir, permítame que abandone aquí la conversación.
3ºFran Ríos que extraño. Viene de un país, que resiste el avance del comunismo. Un ejemplo para los latinoamericanos. Vive en una ciudad, donde un comunista mata a un ciudadano con una barra de hierro hasta romperle literalmente el cráneo, y, la información (qué usted dice manipulada) daba al asesino, con tremendos antecedentes penales, el carácter de "víctima de agresion". No me hable de información manipulada en Ucrania. Los rusos, otrora poderosos masacradores y violadores, salieron por patas y corriendo de un lugar al que entraron a saquear y esclavisar (otro Holomodor). No hablé de información manipulada, porque los comunistas, desde vuestra creencia de superioridad intelectual y moral, ya no convenceis a nadie.