1ºEmpiezo diciendo que no he leído a todas. Pero para mí todo es literatura. Cierto es que, como en todo, hay gente muy pedante que menosprecia la literatura que no es cultísima. Eso también pasa en otros ámbitos, como el cine. Y cierto es que en el sector literario siempre tienen más relevancia los hombres que las mujeres. Y es innegable, al igual que pasa con el deporte, cinematografía, etc.
A mí me puede encantar María Dueñas o Julia Navarro, pero me he divertido a lo grande con Elisabet Benavent y para mí, solo por eso, aunque sus libros no estén llenos de cultismos ni de grandes descripciones merece un lugar destacado en el panorama literario de nuestro país.
2ºLa mala literatura siempre será mala literatura. Los libros escritos para entretener, pensando en vender mucho, pensando en el público y no en lo que un autor quiere decir desde las entrañas de su propia experiencia creadora, están destinados a ser efímeros, digeribles y desechables. Pero mientras tanto, pueden hacer mucho dinero con eso, y está perfecto, cada uno sobrevive a su manera. No hay nada que criticar, como no tiene sentido criticar a alguien porque le gusta un tipo de música que a ti no. El problema es cuando exigen un "status" que los equipare a los grandes artistas, y se quejen de que no suceda.
3ºJuer… es que después de leer el primer párrafo, me resulta un poco difícil contestar sin mofa
“Tú has vendido cinco millones de libros. Solo de una de tus sagas vendiste un millón, que es lo mismo que vendió Fernando Aramburu de Patria. Pero yo no te conocía. Nunca había oído hablar de ti”, le confesó Jordi Évole a la escritora Megan Maxwell cuando decidió dedicarle un programa monográfico en horario estelar a esta autora superventas de novela romántica con tintes eróticos.
Con todo mi respeto… a quién le importa una novela en la q una señora se to*** a cada x páginas?
No sé, esto ya es querer rascar de donde no hay de dónde rascar