Las provocaciones de los ultras desbordan el vaso en el Congreso

La barbaridad se ha convertido en rutina en el Parlamento español y ya no llama mucho la atención que se profieran descalificaciones como esas o peores, de “asesinos” a “fascistas”

           

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"Voxiferantes"... descentrados... chulescos, ridículos, patanes... embistiendo con vulgaridad e ignorancia... y ahí están... "representando" a su gente... que los vitorean y hacen suyas las payasadas y críticas con la misma mala leche que fueron fecundados por sus "machos alfas"...
"Porque no tienen un partido, tienen una escombrera con los deshechos de cada casa, delincuentes habituales, estafadores compulsivos, pasantes que no tenían dónde caerse muertos, periodistas fracasados sin oficio ni beneficio, escritores que no han escrito nunca una novela, echadoras de cartas del tarot, timadores de subvenciones al tiempo que denuncian las subvenciones y los chiringuitos, abogados sin clientes, tarugos de toda especie, administradores desleales, expertos en alzamientos de bienes, arquitectas que se saltan las normas colegiales, yunques que mienten, esposos que pegan a su esposas, pícaros enfundados en la sagrada bandera"... Partida de trileros, vividores y parásitos ...


Llevo 30/ 35 años leyendo el pais. Y sus semanales culturales.
Los directivos actuales sois la vergüenza de ese legado social y cultural.

Solo podeis insultar, blasfemar, escrachear, realizar actos vandalicos, actos golpistas. . . Los rojos e independentistas. Más de 10 años en ello ( libertad de expresión y jarabe democrático lo llamáis ).

Los demás ni la menor referencia a los méritos de la cajera ministra. La calificais de violencia política.

Pero las violaciones reales en vez de pararlas y castigarlas las promoveis. Incluso las escondes si son de inmigrantes ilegales o de familiares de vuestros cargos.

Peste sectaria procomunista. El mundo al revés.


El uno de noviembre de 1945, como a mi, a otros niños nos tocó ver acribilladodos a balazos a dos vecinos, y no lo fueron por los rojos. Eran Adriano Blanco Garcia de 19 años y Aquilino Faza Pérez de 40 años. Tamién me tocó oír las voces, de súplicas de la abuela de Manolita, una niña de mi edad, para que no le llevaran al hijo, que era el padre de Manolita. Y tampoco eran rojos los que le asesinaron. Eso me tocó saberlo siendo niño, otras muchas cosas las sé porque me las contaron. Esas no, esas las he vivido y como niño, horrorizado. A Aquilino le faltaba un ojo, parte de los sesos de Adriano quedaron allí prendidos en un argoma, después de que llevaron en escaleras los cuerpos. Adriano fue compañero también en la escuela, el maestro admitía en la escuela a chicos que no habían podido en su tiempo, por causa de la guerra. Por eso le queríamos más. Enterramos allí sus sesos, le hicimos una crececita y le pusimos flores durante algunos años. Son algunos de trágicos recuerdos y los criminales autores, no fueron criminales rojos.




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