Atún rojo: el inesperado nexo cultural que une a Japón con el Mediterráneo

El atún rojo es un nexo entre ambos continentes. El 80% de esta especie que se consume en Japón proviene del Mediterráneo. “En las subastas, se llegan a pagar más de 600.000 euros por el primero de cada temporada, como una tradición de buena suerte”

           

https://www.facebook.com/elpais/posts/10159311526236570

Ramon Bertomeu si hombre, los humanos esquilmamos los caladeros y luego la culpa es de los atunes!!!! Perdona, pero me voy reír de lo que dices Cito un estudio del Ministerio de Agricultura, pesca y alimentación ”El rápido desarrollo de esta actividad y el importante volumen de negocio que mueve ha producido que los stock
naturales de atún rojo se encuentren en la actualidad en una situación preocupante de sobrepesca que puede producir el
colapso de la pesquería. Diversas organizaciones apuntan a que en los últimos años la población adulta de atún rojo en
el mediterráneo ha ido en descenso lo que puede provocar a medio plazo la extinción comercial y ecológica del atún
En el año 2007 se contabilizaron en España 11 instalaciones destinadas al engorde de Atún, de las cuales únicamente 7
rojo.
se encontraban activas. 5 de ellas en la provincia de Murcia, otra en Cataluña y la restante en Andalucia. Todas ellas utilizan jaulas flotantes de plástico.
Otra práctica que no viene más que a empeorar la situación existente es la provocada por los barcos de conveniencia, que pescan los peces que están llegando a las pesquerías y que todavía no se han reproducido ya que su carne es más sabrosa y valorada en los mercados internacionales, principalmente Japón, provocando que los stocks no puedan recuperarse.
Otro problema asociado al sistema de engorde es que la fuente de alimentación exclusiva de los atunes lo constituyen pequeños peces pelágicos cuyas poblaciones naturales también se están viendo seriamente afectadas. Además, el uso de carnada, en ocasiones traída de mares lejanos, conlleva el riesgo de importación de enfermedades tanto a los propios atunes, como a las poblaciones de peces que circundan las jaulas de cultivo y que se alimentan de los restos de carnada. También en relación con la alimentación debemos destacar el hecho de que la alimentación de esta especie se realiza a saciedad, con alimento fresco, habiéndose producido en determinados casos una acumulación de desechos en el fondo marino, con la consiguiente degradación del mismo.
Todos estos asuntos hacen necesaria una planificación del desarrollo de la actividad, más allá de los intereses de inversión de los empresarios del sector, que permita garantizar la conservación de los stocks salvajes, debiendo realizarse un importante esfuerzo en materia de investigación que permita cerrar el ciclo reproductivo de esta especie, permitiendo su cría en cautividad y avanzar en la formulación de dietas alternativas. “