1º️ Un simple mortal hecho deidad por una organización religiosa corrupta. Desde hace 1,800 años la teología de remplazo antisemitista romana impuso el orden jerárquico nicolaíta en occidente para someter a la sociedad a una dictadura político religiosa donde la superstición del sincretismo grecorromano sustituyó al verdadero Mesías Judío por un falso mesías griego, la falacia trinitaria, los santos y las vírgenes. Hoy se veneran y adoran a sí mismos y asumen la autoridad del Reino de Dios aquí en la tierra llevando a miles de incautos hacia el camino ancho de la perdición. Yehováh los vomitará de su boca en el día del juicio donde la gran ramera de Roma será juzgada junto a sus infieles.