Víctimas de la crisis climática: 61.672 muertes por calor en Europa en el tórrido verano de 2022

Víctimas de la crisis climática: 61.672 muertes por calor en Europa en el tórrido verano de 2022. La región mediterránea, con Italia y España a la cabeza, es la que acumuló más decesos

           

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Francisco Rodríguez Martín

Llevamos décadas creyendo, o adoctrinados a creer, que el cambio climático consistía en altas o bajas temperaturas, en sí los océanos inundarian nuestras costas, y así nacían un sinfín de héroes previniendo de lo catastrófico que iba a ser la situación meteorológica, o peor pensando que con aire acondicionado o calefacción no nos iba a perjudicar.

Todo esto sin entender que ese cambio climático nos llevaba afectando décadas con factores y vectores de riesgo que dañaban nuestro sistema inmunitario, multiplicaban las farmacias en nuestros barrios, la dependencia sanitaria para enfermedades que en la mayoría de los casos sufriríamos de por vida, y por supuesto no dejábamos de ver aumentar las muertes en edades tempranas por enfermedades horribles, estando cada vez más débiles más indefensos y con menos posibilidad de tratamiento, a la par que crecía la retirada de medicamentos que ya no tolerabamos y la multiplicación de intolerancias alimenticias y químicas y los espacios en los supermercados para productos sin gluten sin lactosa y bajos en calorías entre otros.
Este ha sido el precio de una sociedad que durante décadas su único esfuerzo estuvo en la burla y el maltrato ante cualquier información epidémica que entorpecíera ese mismo interés que no ha dejado, ni dejará de destruirse.
Nuestro esfuerzo siempre estuvo en ocultar la existencia propagación y peligrosidad de las epidemias y no solo estos dos últimos años y medio, y esto nos ha convertido en la generación que peor herencia le deja la siguiente en toda la historia y ha hecho realidad el peor de los finales de la fábula del Flautista de Hamelín para nosotros y para las siguientes generaciones.


Cada generación más débil e indefensa ante todo.
Y lo mismo que nos hace enfermar y pasar a ser del grupo de riesgo ante las altas temperaturas, también nos afecta directamente al cerebro y a la razón para entender nuestra complicidad durante décadas ante el desinterés y la ocultación epidémica, para luego desde el total desconocimiento y sin ni siquiera haberse querido informar estos tres últimos años y medio, echarle la culpa a lo primero que se nos ocurre u al prójimo, que por desgracia no nos protege y continúa multiplicando la dependencia sanitaria y las muertes en edades tempranas por enfermedades horribles, pero nos tiene entretenidos como a los anti vacunas, que le temen a todo menos a los virus y a las epidemias.
Paco Aragon Lopez
2009/2023




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