1ºÁfrica en proceso de la descolonización 2.0. En la mayoría de los actuales Estados africanos, la "independencia" política no estuvo acompañada de una independencia económica. Muchos intereses económicos de las antiguas metrópolis occidentales se habían mantenido, que de una u otra manera continuaron ejerciendo la tutela sobre las antiguas colonias. Esta situación de dependencia, impuesta por el neocolonialismo occidental, indica que las relaciones imperialistas habían cambiado de signo y las viejas potencias coloniales habían adoptado formas más sutiles que la "independencia" política pretende esconder una dependencia económica que todavía subsiste. Los mecanismos por medio de los cuales el neocolonialismo actúa en los países africanos e impide sus economías puedan "crecer" son variados. En primer lugar, cabe mencionar la dependencia comercial, lo que se llama el "intercambio desigual", que consiste en que África se convirtió en proveedor de las materias primas a bajo precio, pero debía importar productos muy caros elaborados en los países occidentales ricos. Evidentemente, el control de los precios de las materias primas se escapa de las manos de los países africanos, porque los fijan los grandes mercados occidentales en beneficio de sus propios países y no en beneficio de los países africanos. Esto hace que los países de África se vean totalmente incapacitados de acumular el capital necesario para financiar su "desarrollo" económico. En segundo lugar, cabe mencionar la dependencia financiera de los países de África, porque, ahora escaseados de capital, a menudo deben pedir préstamos a los bancos occidentales (FMI, Banco Mundial, Unión Europea, etc). A cambio de ciertos ajustes estructurales (privatizaciones, desregularización de la economía, etc). Esta dependencia financiera no lo es sólo por el hecho de los créditos, y por tanto por el elevado endeudamiento, sino también a las inversiones, porque la mayoría de las transnacionales y las industrias modernizadas que existen hoy en día en los países africanos son de capital occidental y han sido instaladas con el objetivo de aprovechar la mano de obra barata, las peores condiciones de trabajo, las ventajas fiscales, entre otros. Hay que tener en cuenta también que tanto los préstamos como las inversiones acaban generando beneficios que vuelven al país occidental de origen. Asimismo, se crea un flujo de capitales de los países africanos hacia los países ricos del norte, esto es paradójico, donde, por cada 1€ que los Estados de la Unión Europea y los Estados Unidos invierten en los países de las antiguas colonias de África, se repatrían 3€ de media hacia los Estados europeos. En tercer lugar, es la dependencia tecnológica, que hace que los países africanos, que no tienen la tecnología moderna ni medios propios para conseguirla, deban comprar a precio de oro en los países tecnológicamente avanzados. Por último hablar, la existencia de un sistema político oligárquico apoyado por las antiguas metrópolis para preservar sus intereses geoestratégicos y la disminución en la autonomía macroeconómica como consecuencia de la globalización neoliberal.