La revolucionaria terapia celular CAR-T busca abrirse paso más allá del cáncer de la sangre

Hay un tratamiento contra el cáncer que ha revolucionado el pronóstico de los tumores de la sangre. Es la terapia celular CAR-T. Parece ciencia ficción, pero es tan real como que ya ha regalado miles de victorias impensables. Y las que le quedan

           

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Cada día un montón de noticias sobre el cáncer, o cualquier otra enfermedad, incluida las degenerativas, todas ellas no han dejado ni dejarán de aumentar, tal cual lo llevan haciendo década tras década.
Casi lo tenemos asumido, solo sabemos lamentarnos, o apoyarnos en esperanzas que enseguida nos damos cuenta que no nos evita sufrirlo, adoctrinados por una sociedad sin ningún interés en evitarlo, o mejor dicho, una sociedad con un solo interés, el particular y nada absolutamente nada les importa, ni siquiera la destrucción de ese mismo interés que les ciega.

Todos los días nos señalan maravillosos descubrimientos en detección y tratamiento para una u otra enfermedad que sin duda suma el sufrimiento en nuestro entorno.
Si no entendemos lo que daña nuestro sistema inmunitario y nos está provocando más indefensión y más muertes en edades tempranas por enfermedades horribles, que jamás en toda la historia, nunca lo podremos evitar,, por mucho que pidamos más atención temprana o más investigación.
No somos más longevos aunque veamos a personas con más de noventa años y una buena calidad de vida, porque estamos cayendo en todas las edades incluyendo bebés y niños.
Este es el precio de una sociedad con un nulo interés epidémico durante décadas y que siempre puso todos sus esfuerzos en la burla, el maltrato y el desprecio al reconocimiento del peligro y a la actuación en prevención, mucho antes de la era covid, aunque nuestra ingenuidad nos haga pensar que es la primera epidemia que nos afecta, o aún peor pensar que esto comenzó hace dos años, cuando hace cuarenta años en los barrios había una pequeña farmacia y ahora en ese mismo lugar hay cinco y todas enormes.

Pero tranquilos continuaremos esperando vacunas para todo, pastillas milagrosas, más hospitales, o más trasplantes, sin entender cómo pudimos evitar convertirnos en la generación que peor herencia le deja la siguiente en toda la historia.
Paco Aragon Lopez
2009/2024




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