López Obrador desmiente que se vaya a divorciar tras terminar el sexenio: “Vamos a seguir juntos”

El presidente rechaza la noticia falsa lanzada en redes sociales que afirmaba que el mandatario se iba a separar de su esposa, la escritora Beatriz Gutiérrez Müller, tras terminar su Gobierno

           

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Manuel Angel Rodriguez
SE EQUIVOCA EL PRESIDENTE
(¿EL SUICIDIO: ACCIDENTE O "INCIDENTE" LABORAL?)
Con los hij@s no, decíamos en días pasados, al señalar los vituperios y exposiciones mediáticas contra el hijo del Presidente, y de una de las contendientes.
Se equivoca el Presidente al querer señalar a Amparo Casar como corrupta, por supuestamente cobrar un seguro y una pensión que "no le correspondían" por la muerte de su ex-esposo, en la empresa mexicana PEMEX en el 2004.
Dice el Presidente y Octavio Romero, actual titular de la paraestatal, que la muerte se debió a un "suicidio" y no a un "accidente laboral", al haberse aventado del piso 14 de la torre y, como tal, no correspondía "reparación" de daño alguno, ya que se habría quitado la vida "solo" y no en un accidente de trabajo.
Dice Durkheim (Émile), el eminente sociólogo del siglo XIX y XX, padre de la sociología, junto a Max Weber, que la "acción es social" principalmente y no individual, al referirse presisamente al suicidio; nadie se mata "solo", sino lo matamos todos o la sociedad (donde vive), en una acción colectiva "de-presión" precisamente a la persona que lo comete.
Claro está, esta presión puede venir de asuntos personales, por la pareja, la familia, una enfermedad, los amigos o incluso el ambiente social, efectivamente del conjunto de la sociedad; pero también puede venir por el "lugar" laboral, la "carga" laboral, incluso escolar, en el caso de los jóvenes o no tan jóvenes estudiantes.
El punto está en que, para saber que lo ocasionó, el suicidio, si fueron asuntos "personales externos" o laborales, es complicado, pero se puede llegar a una conclusión, las compañías de seguros, trabajan "eso", por cierto, y no sé si aquí lo hubo.
Pero incluso en una situación "no laboral", por ejemplo, un accidente de tránsito, un domingo con la familia, es muy difícil saber si algo "emocional" lo "distrajo", y de qué tipo, a él o al que viene enfrente.
Es pues complicado saberlo. "Querer saber y poder saber" exactamente el caso o los casos; si fue accidente o suicidio, en este caso, incidental, por asuntos laborales, y que al final día, por cierto, sería peor, ya que no solo sería "accidente" de trabajo, sino con doble agravante, que más "caro" saldría la "reparación del daño".
En los accidentes aéreos, lo primero que buscan los que investigan son "incidencias" del accidente, por encima de "errores humanos" y, uno muy socorrido, es precisamente el suicidio, al que catalogan como "incidente" y no como un acto "voluntario"; nadie se mata "solo", sería muy raro.
En fin, pero ese no es el principal "error" del Presidente y su funcionario, al querer señalar a Casar, sino la exhibición, la exposición mediática y de quien viene, a que se expone a una persona, sea quien sea, en cadena nacional, y por lo que acabamos de mencionar, sin pruebas fehacientes, que aunque las hubiera queda claro que no es la forma, ni el lugar.
Hay una violencia "extrema" ilimitada, sin necesidad, del estado mexicano contra un mexicano, en este caso una mexicana y sus hijos, una mujer, madre de familia, que los exponen, al acoso y al escarnio público y que debe ser resarcida.
Las agravantes son muchas; lo que menos debería hacer el Presidente y, su directivo, es pedir una disculpa, también pública, en cadena nacional, en tanto no se esclarezca, y si se hiciera, encausarla por los canales y formas conducentes; del mismo modo por cierto, la víctima de la "hasta ahora difamación", escarnio y violencia en razón de género posiblemente o, político si fuera, debe demandar:
1. Que se investigue efectivamente si fue accidente o "incidente" laboral, desencadenado, en suicidio, con lo que estaría en condiciones de exigir una "mayor" reparación del daño.
2. Que independientemente de ello, el Estado mexicano, no el Presidente por cierto, le pague la difamación, escarnio y violencia, de antemano.
3. Pudiendo ser de género incluso.
4. O política.
5. Que nuna más una acción de este tipo se vuelva a "repetir" por ningún funcionario, directivo o gobierno mexicano, más si es por el propio Presidente.
Y eso es algo que hemos insistido mucho aquí; el Presidente seguramente no se da cuenta que el representa al Estado mexicano y, sus dichos, hechos y acciones, no son personales, por cierto, al menos no en las consecuencias, sino de todo el Estado mexicano.
De mi parte, por lo que toca y, por lo mismo, pido disculpas a Amparo Casar y sus hijos. Aclaro, si efectivamente se cometió un acto de corrupción el Presidente estaría en lo correcto y se debe "reponer", si no, se tiene que resarcir y pagar "el excedente" si fuera el caso, además, de las otras agravantes cometidas.
Por cierto, sería muy importante y pertinente que el, o la próxima presidenta y diputad@s legislaran en razón de ello; no solo accidentes, sino incidentes de trabajo, dentro o fuera de los recintos laborales, sean o no "suicidios", por cierto.
Falta mucho por hacer en esta materia. Imagem